¿Alguna vez has notado que pierdes la voz en situaciones de estrés? La afonía inducida por el estrés es un problema común que afecta a muchas personas en diferentes aspectos de su vida.

El estrés tiene un impacto considerable en nuestra salud en general, y la voz no es una excepción. Cuando estamos bajo estrés, los músculos tienden a tensarse, incluso los de la garganta, lo que puede llevar a la inflamación de las cuerdas vocales, pérdida temporal de la voz o una voz débil y forzada.

El estrés crónico en cambio puede causar cambios en la voz, como una mayor tensión muscular, lo que resulta en una voz más forzada y fatigada. Además, puede dar lugar a síntomas como carraspeo constante, dificultad para hablar y pérdida momentánea de la voz.

Para combatir la pérdida de voz causada por el estrés, es fundamental encontrar formas de reducir y manejar el estrés en la vida diaria. Esto puede incluir técnicas de relajación, como la respiración profunda, la meditación o el yoga.
También es esencial cuidar nuestra voz con pastillas como Isla que, gracias a su extracto especial de musgo islandés, humecta, alivia y protege tu garganta.